Medía 27 metros de largo y 6 de alto
Pesaba 30 toneladas
Era herbívoro
Vivió hace -154.000.000/-144.400.000 años
Fue descubierto por Marsh en el año 1878. Lo más destacable del Diplodocus era su enorme cuello (8 metros) y su cola (14 metros). Su cráneo era muy pequeño y ligero. Caminaba a cuatro patas, pero también podía apoyarse sobre la cola y los cuatros traseros, al hacerlo, alcanzaba los 15 metros de altura. Usaba su larga cola que permanecía en el aire como arma defensiva. Sus pequeños dientes cilíndricos estaban diseñados para roer la vegetación. Solo tenía un orificio nasal y una cámara de resonancia para emitir sonidos. El Diplodocus era un animal terrestre pero, a juzgar por su dentadura, seguramente también comía plantas acuáticas. Eran cilíndricos debido a que si fueran como rastrillos la arena habría dañado el esmalte, pero los huesos no lo confirman. Los Diplodocus tenían que dejar la cola en el suelo para descansar, debido a que estaba tan anclada a su cuerpo que permanecía horizontal. Si la hubiera llevado siempre erguida la piel se habría deteriorado y los huesos de la cola se habrían desgastado, lo cual sugiere que debían permanecer así como una hora y media diaria, al andar, la llevaba siempre horizontal. Incluso cuando alzaba el cuello, el Diplodocus corría el riesgo de que se la acuñaran las vértebras. Solo un enorme corazón o varios habrían podido llevar la sangre hasta el cerebro, así que este sufría una enorme presión. Tenía 1.000 litros de sangre. El cuello fuertemente curvado por el que pasaban los nervios y los vasos sanguíneos era la parte más amenazada de su cuerpo. Como los orificios nasales del Diplodocus se encontraban tan arriba, es posible que tuviera trompa, aunque sabemos que no era así. Sus dientes, de hasta 3 cm, aparecían rebajados en ángulo respecto de su eje longitudinal, lo cual sugiere que roía las cortezas de los árboles. Cuando alzaba el cuello y la cola, los músculos del cuello y la espalda tenía que ejercer una tracción de 14 toneladas. Probablemente, por las vértebras bifurcadas de su cuello y espalda pasaban unos ligamentos muy fuertes. El centro de gravedad del Diplodocus se hallava cerca de las caderas. Tenían espinas que formaban una hilera sobre la espalda. Cuando eran atacados por depredadores como el Allosaurus se erguían sobre sus cuertos traseros y golpeaban con las garras (imagen).
Una manada de Diplodocus longus es acosada por un Allosaurus fragilis. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario